Corre 3

¿No podía quedarse a pensar ni un segundo?...¿es que esas mierdas venían por el sin importar el donde y el cuando?... cuantas veces tendría que abrirlas en canal para disipar los ánimos.

Joder , aun encima acababa de limpiar las espadas. Con un sonido agudo y cortante sobre la funda , el brillo de Baku y Kumoi era mas fuerte que el de la luna. Suspiró , hundido en su macabro pensamiento, en un digno final para dos alimañas carroñeras que parecían querer ocupar de nuevo su territorio.

Salto con fuerza y noto el frío gélido en su espina dorsal. Sus pupilas se dilataron y como un gato casi se relame al contemplar el próximo final de sus , demasiado arrogantes ovejas descarriadas.

El filo fue certero en el cuello de una de esas sombras huecas y sudorosas. La sangre caliente rozó su mano y su mejilla. La rabia le consumía, pero dentro de el la pena se agrandaba y la desesperación crecía por derrotar al miedo y al descontrol. Cuando su mente estaba en blanco en ese estado de semi-embriaguez asesina, su forma se tornaba mas parecida a su parte mas oscura. Las paredes retumbaron con un rugido que salio por los lados del callejón y reventó las ventanas. La masa negra y sangrienta se movio gritando sin una de sus extremidades. Se rebolvio de dolor e intento atarcarle. Pero El era mas rapido y listo , tanto como era necesario para arrancarle la columna vertebral.

Estaba dispuesto a atacar a un herido y repulsivo reflejo ...a punto de atravesar su garganta y dejar pasar el éxtasis de su victoria. Su sonrisa no dejaba ver sus dientes, pero si su deseo de saciarse de sangre.

El disparo sonó a través de las calles . Con la pistola en la mano alzada vio como el cuerpo de su oponente se desplomaba, dejando un rastro de sangre negra y caliente que pintaba el callejón oscuro como la tinta china en un papel mojado.

La cordura , su cordura, había ganado esta vez, pero, ¿Por cuanto tiempo?...¿Cuantas veces la mente humana superaría al monstruo de su interior? se preguntaba....Podría haberle destrozado por lo que me ha echo sufrir. Demasiado apasionado era aquel pensamiento ara que no le causara un temblor leve en las manos. Podía, pero no lo hizo , por que el era mas fuerte que cualquier delirio.

Aunque de vez en cuando notaba como todo el se consumía en esa misma sangre negra , en un pantano negro ,donde cada vez se hundía mas en la oscuridad que llevaba dentro, y de la que no podía huir.